¿Te querré? ¿Me querrás?


La incertidumbre. Esa horrorosa palabra es la que últimamente me condena a vagar en los recuerdos, a analizar mis actos y a planificar mis sueños. La duda revienta   en   cada   una de mis neuronas, impidiendo el paso a cualquier otro pensamiento, recuerdo o deseo. Es la temible y dolorosa duda de si algún día volveré a verte, de si para entonces mi corazón seguirá queriéndote y de si tú habrás esperado a mi llegada. La distancia nos separa, pero más grande es aún la terrible incertidumbre: ¿Te querré? ¿Me querrás? El dolor es la consecuencia de la maldita estrecha relación que guardan la incertidumbre y el amor.

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